viernes, 10 de mayo de 2013

Perdidos en la montaña



El día libre es para descansar. Así que bajamos de nuevo a Laoying. Me sigue asombrando lo rapido que cambian las cosas aquí, como el estilo de vida tradicional se mantiene al lado del moderno.


Durante el paseo descubrimos un pequeño local y nos acercamos para averiguar lo que hacían ahí. Les pedi permiso para sacar una foto. Adivinanza, adivinanza, que estaran haciendo?

A la vuelto subimos caminando parte del camino. Hay que seguir al río y luego hay un sendero entre las plantaciones de mandarinas. Vimos a mujeres lavando su ropa en la orilla, despues pasamos un cementerio antes de llegar al sendero. Aqui recuerdo un episodio del año pasado cuando la carretera aun no estaba arreglada y los autobuses tardaban horas en bajar. Los monjes de nuestra academia se bajaron en una parada en medio de la montaña . Nosotros curiosos les seguimos a ver a donde iban. Cogieron un sendero casi invisible y bajaron a velocidad de relampago. Nosotros intentamos seguir su ritmo con algun que otro tropezon. El sendero es bastante peligroso y la unica manera de llegar sin caerse es saltando y corriendo. Cuando se percataron de nosotros, bajaron su velocidad y se giraban a cada rato para asegurarse de que ibamos bien. Me encanta que sean tan atentos. Nadie se lo pide, sale de ellos sin mas. 

Pues queriamos subir por ese mismo sendero ayer. Subir no es tan peligroso como bajar. Al pasar el cementerio ya no había sendero y nos dimos cuenta de que nos habiamos perdido. Siempre nos advierten que no nos salgamos de la carretera o del camino, y ahí estabamos perdidos en medio de la montaña salvaje. Seguimos subiendo a cuatro patas buscando un mirador para orientarnos. Conseguimos encontrar la carretera y nos sentamos un momento a descansar. En eso nos tocan la pita acompañada de un saludo alegre. Era el maestro Chong, quien tiene su escuela cerca de la academia. Había visto videos suyos y ahora me encontraba en su coche con una invitación a té en su escuela. Pude observar a sus alumnos practicando con el Fuchen. La escuela esta creciendo rapido, enseñan artes marciales, Chi Kung, taoísmo, ceremonías de té, hierbas medicinales y un poco de medicino china. El maestro Chong es un taoísta de pies a cabeza.

Algunos de los compañeros aprovechan el día libre para darse un buen masaje o acupuntura. Probe un masaje el año pasado y me alivió mucho pero al mismo tiempo era muy doloroso. Hasta me salieron las lagrimas en algun momento. En el pueblo de Wuyaling, lo que significa “Nido de Corneja”, cerca del Palacio Nanyen, hay un masajista muy bueno. Me cuentan que para al año que viene esta previsto un consultorio de medicina china en nuestra academia. Espero que se haga realidad.

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