sábado, 20 de abril de 2013

Primera visita a Laoying



Miércoles por la tarde y jueves son los días libres en la academia. Así que aprovechamos la tarde calurosa del miércoles para bajar a la ciudad de Laoying. Esta a una hora de viaje en autobús. En las montañas solo el autobús y algunos vehículos con licencia tienen autorización para circular. La escasez de tráfico puede ser un inconveniente a la hora de querer viajar pero el silencio resultante es perfecto. La carretera va hasta el acantilado de Nan Yen y es la opción mas segura cuando queremos visitar los monasterios.


Para ir a Laoying tenemos que bajar de la montaña y cruzar la Puerta Wudang. Para poder volver después hemos comprado un permiso valido para todo el año pero aun así hay que pagar un poco con cada entrada. Laoying es una ciudad tradicional pero se va notando la influencia de un estilo de vida mas moderno que va cambiando el ambiente. El restaurante que visitamos el año pasado, por su sabrosa pasta recién hecha, ya no esta. Por suerte quedan mas restaurantes de este estilo, y la comida sigue siendo muy rica. Traen 8 o 9 platos sabrosos y sorprendentes. Jugamos a la adivinanza porque a menudo no hay manera de saber lo que estamos comiendo. Intentamos pedir comida desde el menu pero con la dificultad del idioma lo mas sencillo resulta pedirle al camarero que traiga lo que quiera. La gente en el pueblo es muy amable y sincera a su manera. Hay que regatear por todo lo que se compra. Cuanto mas regateamos, mas disfrutan los vendedores. A Y se le da muy bien regatear y se rie mucho con ellos. Así mi nuevo sombrero de paja salió a mitad de precio. Aprovechamos la tarde para pedir los trajes de Tai Chi. Ensayamos los nombres en chino de los colores, las tallas, los cortes y otros detalles que pudieran surgir. A veces intento repasar la información en inglés pero la pronunciación china del inglés suele llevar a mas confusión en vez de aclaración.

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