Preparando el viaje

Escribo esta primera entrada desde casa, con la lista de tareas a mi lado. Me perdí hace un rato mirando por la ventana al océano. Es mi sitio favorito para escribir. Cada vez que despego los ojos de la pantalla veo unas pocas casas, palmeras y el infinito. Los colores de cielo y mar se mezclan en la lejanía. Es la suerte que tenemos los que vivimos en Tenerife.  Pero ahora toca volver a la lista. El viaje a las montañas de Wudang en China es largo y requiere cierta preparación. Incluye horas y horas en el avión, esperas en los aeropuertos y una vez en China, más horas en bus hasta llegar a nuestro destino. Nada mas llegar a la Academia habrá que salir a entrenar a la clase de la tarde. ¡A descansar por la noche! Pero primero tengo que terminar esta lista. Repaso mentalmente los recuerdos de la última estancia. 4 semanas en un lugar sin supermercados, ya que la Academia se encuentra aislada en los bosques de la montaña. Habrá sol, humedad, frio y lluvia. Las noches sobre todo son muy húmedas, incluso dentro de las habitaciones. La ropa tiene que ser cómoda, deportiva, impermeable y fácil de lavar y secar.

Cada vez que salgo de la isla me invade una tristeza y una voz me hace dudar si realmente es necesario viajar. Pero esta ocasión es tan especial que no permite dudas. Seguiré aprendiendo las prácticas de Tai Chi y Chi Kung. Además se me presentaran muchas experiencias y lecciones sobre la vida y su gente en este sitio tan lejano del mundo europeo. Recuerdo que en mi primer viaje todo me pareció bastante extraño.

Ayer subí al monte, a Los Llanos y me fijé en un Señor trabajando entre los cactus. Estaba agachado y solo se veía su espalda entre las plantas. Un déjà-vu me vino a la mente, de un Señor en la misma posición, pero en la plantación de té en vez de cactus. Visto así, los dos mundos no son tan lejanos como puede parecer. Aquí las fotos....

Desde Tenerife un cordial saludo a todos los interesados en las artes de Wudang,
Espero que disfruten este blog

S.C. Sartoris